miércoles, 28 de noviembre de 2007

¿Qué es el Vibrio parahemolyticus?

El Vibrión Parahemolítico es una bacteria marina que habita cualquier lugar del mundo y se encuentra presente en forma permanente en el mar de nuestro territorio en bajas concentraciones. Permanece en sedimentos de aguas costeras durante el invierno; bajo condiciones especiales, cuando la temperatura aumenta se multiplica y coloniza en mariscos y crustáceos.

El vibrión parahemolítico y el vibrio cholera, pertenecen a la familia de las Vibronáceas y son halofílicos, es decir, requieren altas concentraciones de sal para su desarrollo.

Descripción del Vibrio parahaemolyticus

Los vibrios son bacilos gram negativos, móviles, tolerantes a la sal y anaerobios facultativos. Las especies que se asocian a diarrea son el vibrio parahaemolyticus, V. cholerae, V. mimicus, V. hollisae, V. fluviales y V. fruncí. Por su parte, el V. vulnificus causa septicemia e infección de heridas en pacientes inmunodeprimidos.
El Vibrio parahaemolyticus, V. damsela y V. alginolyticus también se han asociado a infección de heridas.
Las condiciones óptimas de crecimiento del V. parahaemolitycus en el agua se resumen en la tabla 1.



Epidemiología


Los mariscos, especialmente los moluscos bivalvos, como ostras, almejas, machas, cholgas acumulan cantidades importantes del vibrión. En general, crustáceos y pescados no acumulan el vibrión en cantidad importante para causar infección, pero pueden alcanzar grandes cantidades de éste al dejarse sin adecuada refrigeración por unas pocas horas. La enfermedad se transmite por ingestión de cualquier alimento contaminado crudo o mal cocido.
También se puede transmitir por contaminación cruzada al ingerir cualquier alimento que haya tenido contacto con mariscos o agua contaminada.
El transporte o almacenamiento de productos del mar sin las condiciones adecuadas de refrigeración favorecen la proliferación de la bacteria y, por lo tanto, la posibilidad de infectar. Se considera que la enfermedad puede producirse con una ingesta de 1.000.000 vibriones viables.
Es importante destacar que la enfermedad no es trasmisible de persona a persona.

Cuadro clínico

La patogénesis de la gastroenteritis producida por el V. parahaemolyticus aún no es clara. El período de incubación de la infección gastrointestinal es de 4-96 horas después de la ingestión, con un promedio de 15 horas. La rapidez con la que se presenta el cuadro clínico sugiere la participación de una enterotoxina aún por identificar. La virulencia del vibrio ha sido asociada a la producción de hemolisina termoestable directa, la cual es responsable de la beta-hemólisis producida sobre eritrocitos humanos in vitro, sin embargo, se han descrito en el último tiempo cepas patogénicas que no producen la hemolisina.
La intoxicación por Vibrio parahaemolyticus causa tres entidades clínicas reconocidas: gastroenteritis, septicemia e infección de heridas.
El cuadro intestinal es el más frecuente, caracterizado por diarrea acuosa y cólicos abdominales, que pueden acompañarse de náuseas, vómitos, fiebre y cefalea. Generalmente es autolimitado, la persona se recupera luego de un período de aproximadamente 3 días, que puede variar entre 1 a 7 días, tiempo que no depende del tratamiento con antibióticos. En los casos más severos puede producirse un síndrome disentérico, caracterizado por heces sanguinolientas y fiebre alta.
La septicemia primaria es causada por la entrada del microorganismo al torrente sanguíneo a través de la vena porta o del sistema linfático intestinal, los primeros síntomas incluyen fiebre, hipotensión, compromiso del estado general, calofríos y ocasionalmente náusea, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Su incidencia es baja, pero su severidad y su mortalidad es alta. Los estudios muestran que los individuos sanos tienen bajo riesgo de desarrollar septicemia. Factores de riesgo importantes incluyen enfermedades crónicas hepáticas, renales, diabetes, neoplasias o aclorhidria.
Por su parte, las infecciones de heridas pueden ocurrir cuando hay lesiones de piel, quemaduras o cortes preexistentes que entran en contacto con el agua de mar o con las especies marinas contaminadas. El cuadro se caracteriza por una lesión en la piel que se desarrolla dentro de las primeras 24 horas posteriores al contacto con el material contaminado. El sitio de la infección se presenta inicialmente con eritema, extremadamente edematoso o equimótico, luego progresa rápidamente a una lesión con vesículas o bulas y finalmente a necrosis que involucra la piel y la grasa subcutánea. Estas infecciones pueden ocurrir tanto en personas sanas como aquellos con enfermedades preexistentes.

Diagnóstico

El diagnóstico de la gastroenteritis causada por este microorganismo se hace por cultivo de éste en las deposiciones. El cultivo se realiza en un medio selectivo, como por ejemplo, agar TCBS (tiosulfato-citrato-sales biliares). Usualmente aparece como colonias azul-verdosas que se identifican por la realización de test bioquímicos. El Vibrio parahaemolyticus también puede cultivarse en agar sangre u otros medios no selectivos, pero su detección es más difícil en ellos.
La evaluación de la patogenicidad del Vibrio parahaemolyticus se realiza a través de la detección del fenómeno de Kanagawa (betahemólisis de eritrocitos) usando agar Wagatsuma que contiene sangre con una alta concentración de sal para detectar la actividad hemolítica de la hemolisina directa termoestable.

Tratamiento

La principal medida de tratamiento de la gastroenteritis es la hidratación. El tratamiento antibiótico en la mayoría de los casos es innecesario, puesto que no hay evidencia de que disminuya la severidad o duración del cuadro gastrointestinal, no obstante, en los casos severos, en infecciones de piel o septicemia, se puede utilizar antibióticos bajo estricta prescripción médica como ciprofloxacino, doxiciclina, tetraciclina, ampicilina y cefalosporinas de tercera generación, dependiendo de la susceptibilidad del microorganismo.
Ante un cuadro de gastroenteritis por Vibrio parahaemolyticus el personal de salud debe sospechar e investigar, si corresponde, la eventual presencia de un brote. En ese caso, debe dar aviso al Servicio de Salud correspondiente.

Prevención


Para prevenir la intoxicación, hay que tomar las siguientes medidas:
No comer ningún tipo de marisco crudo o mal cocido, especialmente en los meses más cálidos.
Hervir los mariscos durante 5 a 15 minutos antes de consumirlos.
Cuidar que no se produzca contaminación cruzada. Esta contaminación se puede producir en mesones de trabajo, lavaplatos, etc. y puede afectar a cualquier alimento, como verduras crudas o cocidas, que tenga contacto con mariscos contaminados o sus residuos (conchas, agua usada en su limpieza u otros).
Mantener la cadena de frío de los alimentos.
Enfriar rápidamente y refrigerar los productos del mar luego de cocidos, si no son consumidos inmediatamente.
Evitar el contacto de heridas abiertas con aguas o productos posiblemente contaminados
No consuma mariscos cuyo origen sea desconocido.

En Chile:

En los años 1992 y 1997 el Instituto de Salud Pública recibió 30 muestras procedentes de laboratorios regionales para confirmar el diagnóstico de intoxicación por Vibrio parahaemolyticus. Sin embargo, el brote ocurrido en la ciudad de Antofagasta entre Noviembre de 1997 a Marzo de 1998 causó que este número aumentara a más de 300 muestras. Un segundo brote afectó aproximadamente a 1500 personas durante Enero a Marzo del 2004, principalmente en la zona de Puerto Montt, una región con aguas costeras usualmente frías.Esta bacteria se encuentra presente en forma permanente en el mar de nuestro territorio, lo que no implica que exista riesgo permanente de infección. Éste existe sólo cuando condiciones especiales en el mar, como el aumento de su temperatura, especialmente en los meses estivales, favorecen su proliferación.